jueves, 16 de diciembre de 2010
LA NAVIDAD SE ACERCA
Que los deseos de paz en el mundo entero se cumplan en cada una de nuestras familias, amigos, y seres queridos.
lunes, 15 de noviembre de 2010
PRESENTACION DE LIBRO
sábado, 23 de octubre de 2010
OCTUBRE, MES DE LAS MUJERES SABIAS
Queremos invitarlas e invitarlos a impulsar la campaña que desde el año 2009 iniciamos, cuyo nombre es "31 DE OCTUBRE DIA DE LAS MUJERES SABIAS". Su objetivo es reinvindicar el ejercicio de aquellas mujeres que fueron vilmente perseguidas, asesinadas y estereotipadas como brujas y que hicieron parte del trabajo que ha implicado que hoy en día las BRUJAS sean concebidas como seres maléficos y perversos y que ocasionó lo que se ha denominado con el tiempo," el genocidio contra las mujeres".
CIASE quiere avanzar hacia este propósito y por ello les pide que se unan a esta iniciativa para que las transformaciones culturales sean reales.
Con este fin les enviaremos durante estos días hasta el 31 de octubre algunos textos que pueden poner en sus páginas web o reenviar a sus contactos y además nutrirla con lo que a bien tengan. A continuación la primera parte de un texto tomado del libro "Las diosas de la mujer madura" de Jean Shinoda Bolen, analísta junguiana, doctora en medicina y profesora de psiquiatria clinica en la Universidad de California:
Hécate Como La Bruja Temida
Se decía que Hécate tenía poder sobre la tierra, el mar y el cielo, aunque esto no significaba que gobernara estos reinos, sino que era capáz de influir en ellos a distancia. A las ancianas a quienes se suponía capaces de hechar maleficios y encantamientos, embrujar a la gente o practicar la magia negra les atribuían poderes ocultos. Hécate se ha convertido en el arquetipo de la bruja por sus misteriosos poderes y su asociación al crepúsculo. Podríamos aventurar la hipótesis de que el temor a las ancianas era tan irracional porque la humanidad había eliminado la Diosa tripartita, cuya etapa de la vejez era la más misteriosa y temida.
Las mujeres temen ser llamadas brujas por una buena razón histórica. La inquisición fué instaurada en 1252 por el papa INOCENCIO IV, y siguió aplicando la tortura como sanción oficial durante cinco siglos y medio más, hasta que fué abolida por el papa PIO VII en 1816. Entre 1560 y 1760 la pèrsecución de las mujeres acusadas de brujería se encontraba en su momento más álgido. Las feministas lo han llamado " el holocausto de la mujer" dado que el número estimado de mujeres condenadas a la hoguera oscila desde algo mas de cien mil mujeres hasta 8 millones!! "
Rosa Emilia Salamanca G
Presidenta Ejecutiva
Corporación de Investigación y Acción Social y Económica - CIASE
Diagonal 45d No 19-62
CIASE quiere avanzar hacia este propósito y por ello les pide que se unan a esta iniciativa para que las transformaciones culturales sean reales.
Con este fin les enviaremos durante estos días hasta el 31 de octubre algunos textos que pueden poner en sus páginas web o reenviar a sus contactos y además nutrirla con lo que a bien tengan. A continuación la primera parte de un texto tomado del libro "Las diosas de la mujer madura" de Jean Shinoda Bolen, analísta junguiana, doctora en medicina y profesora de psiquiatria clinica en la Universidad de California:
Hécate Como La Bruja Temida
Se decía que Hécate tenía poder sobre la tierra, el mar y el cielo, aunque esto no significaba que gobernara estos reinos, sino que era capáz de influir en ellos a distancia. A las ancianas a quienes se suponía capaces de hechar maleficios y encantamientos, embrujar a la gente o practicar la magia negra les atribuían poderes ocultos. Hécate se ha convertido en el arquetipo de la bruja por sus misteriosos poderes y su asociación al crepúsculo. Podríamos aventurar la hipótesis de que el temor a las ancianas era tan irracional porque la humanidad había eliminado la Diosa tripartita, cuya etapa de la vejez era la más misteriosa y temida.
Las mujeres temen ser llamadas brujas por una buena razón histórica. La inquisición fué instaurada en 1252 por el papa INOCENCIO IV, y siguió aplicando la tortura como sanción oficial durante cinco siglos y medio más, hasta que fué abolida por el papa PIO VII en 1816. Entre 1560 y 1760 la pèrsecución de las mujeres acusadas de brujería se encontraba en su momento más álgido. Las feministas lo han llamado " el holocausto de la mujer" dado que el número estimado de mujeres condenadas a la hoguera oscila desde algo mas de cien mil mujeres hasta 8 millones!! "
Rosa Emilia Salamanca G
Presidenta Ejecutiva
Corporación de Investigación y Acción Social y Económica - CIASE
Diagonal 45d No 19-62
sábado, 16 de octubre de 2010
Aquí la voz de Sylvia
Silencio
pero no,
hay un árbol respirando esta noche
las hojas dicen que
la serenata de los vientos
trae versos con alas
desde la montaña
alas hechas de
su respiración que se levanta y descansa
y otra vez se levanta y se eleva
hasta
que casi puedo oír
su voz
asentada
en un pequeño vello
en la nariz de
un caballo negro
que corre y corre
en un sueño
y entre sus patas
que
perturban mi conciencia
silenciosamente se suelta mi
llanto, mi pena, mi realidad
dejándome a un lado
tirada
deseando descansar en las nubes
que abrazan la luna llena
Sylvia Ernestina Vergara
pero no,
hay un árbol respirando esta noche
las hojas dicen que
la serenata de los vientos
trae versos con alas
desde la montaña
alas hechas de
su respiración que se levanta y descansa
y otra vez se levanta y se eleva
hasta
que casi puedo oír
su voz
asentada
en un pequeño vello
en la nariz de
un caballo negro
que corre y corre
en un sueño
y entre sus patas
que
perturban mi conciencia
silenciosamente se suelta mi
llanto, mi pena, mi realidad
dejándome a un lado
tirada
deseando descansar en las nubes
que abrazan la luna llena
Sylvia Ernestina Vergara
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Mujeres que Cuentan, el libro
Con la introducción de Rafael Cárdenas y comentario de Carmen Amato, al fin está disponible el libro que tantos meses de trabajo ha costado.
Tenemos en el libro un aparente final feliz, aunque en realidad es un comienzo para que los lectores degusten estas historias de mujeres que vinieron de muchos lugares lejanos al puerto de Ensenada, huyendo de problemas, angustias, decepciones, o simplemente buscándose la vida, y nos cuentan cómo era entonces nuestra ciudad, tan diferente a lo que conocían, qué ocurría dentro de ellas por entonces, y qué razón tuvieron para que esos lazos que fueron atando, ya no se rompieran...
Hisorias de vida de mujeres desde sus treintas hasta sus ochentas, amas de casa, trabajadoras domésticas, empleadas, microempresarias, profesionistas, que nos abren una pequeña ventana para que nos asomemos a conocer sus historias...
Disponible sólo en lecturas, pedidos por este medio. Costo por ejemplar, $150.00 más el envío.
Tenemos en el libro un aparente final feliz, aunque en realidad es un comienzo para que los lectores degusten estas historias de mujeres que vinieron de muchos lugares lejanos al puerto de Ensenada, huyendo de problemas, angustias, decepciones, o simplemente buscándose la vida, y nos cuentan cómo era entonces nuestra ciudad, tan diferente a lo que conocían, qué ocurría dentro de ellas por entonces, y qué razón tuvieron para que esos lazos que fueron atando, ya no se rompieran...
Hisorias de vida de mujeres desde sus treintas hasta sus ochentas, amas de casa, trabajadoras domésticas, empleadas, microempresarias, profesionistas, que nos abren una pequeña ventana para que nos asomemos a conocer sus historias...
Disponible sólo en lecturas, pedidos por este medio. Costo por ejemplar, $150.00 más el envío.
sábado, 25 de septiembre de 2010
Un poema más a propósito de las fechas patrias. Estos poemas están abiertos a comentarios para mejorarse amigas poetas planetarias.
Celebraciones patrias
México 2010
Tengo un dolor aquí
del lado de la patria
Cristina Peri Rossi
del lado de la patria
Cristina Peri Rossi
Un calendario conmemorativo
con la imagen de Miguel Hidalgo,
intenta definir los números y los días
entre los pliegues mal planchados
después de haber cabido
en el puño cerrado de la rabia
adolorida.
En la radio
una voz que canta advierte que:
Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.
Entre las sombras de la tarde
el gastado ábaco de mis primeras
matemáticas
cuenta centenas en las manos
interrogantes de un cuerpo envejecido,
postrado en un sillón.
“Todo está listo
para los festejos patrios”,
anuncia un locutor animado
cuando el que canta pide:
Y si acaso yo muero en batalla
y mi cadáver lo van a sepultar
Adelita por Dios te lo ruego
que con tus ojos me vayas a llorar.
“Las importantes fechas
serán celebradas por nuestras autoridades
dando el tradicional Grito
en medio de una gran algarabía,
música, diversión y juegos pirotécnicos”,
“Además
moviendo huesos”,
completa en un susurro
mi madre
desde el vacío en que me respira.
Moviendo huesos
sollozo con las sílabas del viento
que ondean las cortinas de la casa,
huesos
que luego de desfilar por calles principales,
algunos de ellos,
serán exhibidos en Palacio Nacional
para ser admirados por el pueblo;
huesos
otros
que nos contamos en cientos,
y se entierran
sin mayores protocolos
en archivos,
en investigaciones fantasma,
en silencios culpables,
o palabras fatuas,
en fosas comunes
y corrientes
porque esas incómodas
osamentas
no son de héroes nacionales,
apenas
errores de logística,
chivos expiatorios,
coincidencias lastimosas;
simple carne de cañón
que duele
entre las horas de una madre,
bajo los escombros de tantos sueños
malogrados,
a un lado de la patria .
con la imagen de Miguel Hidalgo,
intenta definir los números y los días
entre los pliegues mal planchados
después de haber cabido
en el puño cerrado de la rabia
adolorida.
En la radio
una voz que canta advierte que:
Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.
Entre las sombras de la tarde
el gastado ábaco de mis primeras
matemáticas
cuenta centenas en las manos
interrogantes de un cuerpo envejecido,
postrado en un sillón.
“Todo está listo
para los festejos patrios”,
anuncia un locutor animado
cuando el que canta pide:
Y si acaso yo muero en batalla
y mi cadáver lo van a sepultar
Adelita por Dios te lo ruego
que con tus ojos me vayas a llorar.
“Las importantes fechas
serán celebradas por nuestras autoridades
dando el tradicional Grito
en medio de una gran algarabía,
música, diversión y juegos pirotécnicos”,
“Además
moviendo huesos”,
completa en un susurro
mi madre
desde el vacío en que me respira.
Moviendo huesos
sollozo con las sílabas del viento
que ondean las cortinas de la casa,
huesos
que luego de desfilar por calles principales,
algunos de ellos,
serán exhibidos en Palacio Nacional
para ser admirados por el pueblo;
huesos
otros
que nos contamos en cientos,
y se entierran
sin mayores protocolos
en archivos,
en investigaciones fantasma,
en silencios culpables,
o palabras fatuas,
en fosas comunes
y corrientes
porque esas incómodas
osamentas
no son de héroes nacionales,
apenas
errores de logística,
chivos expiatorios,
coincidencias lastimosas;
simple carne de cañón
que duele
entre las horas de una madre,
bajo los escombros de tantos sueños
malogrados,
a un lado de la patria .
CJ
lunes, 20 de septiembre de 2010
Un poema...un grito que abraza a una sonrisa que a últimas fechas se ha convertido en llanto en Juárez
Nada que celebrar
Para Itzel Aguilera, en el Bicentenario
Después del Grito
el grito
que te persigue
y lo alcanza
y nos golpea en la nuca
y la deja de pie
en medio del espanto.
Después del Grito
el rugido
continuado,
tenaz
infinito.
Inútil,
pero inevitable
incontrolado
desgarrador
roto.
Después del Grito
el aullido
solo
con su eco transparente
líquido
púrpura espeso.
Estremecido
y expulsado
desde las entrañas
abatidas
Después del grito
El Grito
de los sordos
de los impasibles
de los cómplices
de los indferentes
del circo complacido
con el espectáculo de los leones.
CJ
domingo, 22 de agosto de 2010
Compartir un poema
Me mandaron este poema que quiero compartir con ustedes, se titula "Se buscan poetas"
sábado, 7 de agosto de 2010
Desde Estación Violeta Planeta Sirena del desierto
Este poema lo escribió Kathleen Doherty cuando en una clase de español tenía como tarea escoger alguna parte de su cuerpo y escribir algo sobre ella. Mientras pensaba en qué escribir se vio a sí misma caminando por su casa y salió este poema que comparto con ustedes:
El cuerpo invisible
I
Llevo el cuerpo invisible
sin preocupaciones de juventud,
de figura, de textura,
de postura y sensualidad.
Se me han olvidado las miradas de ojos claros
llenas de pasión e inocencia
y el sonido de dos respiaraciones escondidas
en el montón de pelo enredado
castaño, perfumado y brillante.
Prefiero ahora la firmeza de mis convicciones
a la de mis músculos.
II
El vehículo es el cuerpo invisible que me lleva
por las calles de nostalgia y esperanza.
Ya no me molestan más
inquietudes por las proporciones,
soy imaginaria.
El fuego de mis ojos existe todavía
y quema con una llama más fuerte, pero distante
sin respuestas, sin vínculos,
sin el deseo de ser adorada.
III
Viajo sin la cara inolvidable
y sin el estuche perfecto
guiada ahora por el mapa de arrugas
y venas azules y torturadas.
Donde tú ves manchas,
recuerdo yo las tardes plenas del verano;
y cuando me miras
y sientes miedo de la imperfección
yo celebro esta forma irónica de libertad...
el cuerpo invisible.
El cuerpo invisible
I
Llevo el cuerpo invisible
sin preocupaciones de juventud,
de figura, de textura,
de postura y sensualidad.
Se me han olvidado las miradas de ojos claros
llenas de pasión e inocencia
y el sonido de dos respiaraciones escondidas
en el montón de pelo enredado
castaño, perfumado y brillante.
Prefiero ahora la firmeza de mis convicciones
a la de mis músculos.
II
El vehículo es el cuerpo invisible que me lleva
por las calles de nostalgia y esperanza.
Ya no me molestan más
inquietudes por las proporciones,
soy imaginaria.
El fuego de mis ojos existe todavía
y quema con una llama más fuerte, pero distante
sin respuestas, sin vínculos,
sin el deseo de ser adorada.
III
Viajo sin la cara inolvidable
y sin el estuche perfecto
guiada ahora por el mapa de arrugas
y venas azules y torturadas.
Donde tú ves manchas,
recuerdo yo las tardes plenas del verano;
y cuando me miras
y sientes miedo de la imperfección
yo celebro esta forma irónica de libertad...
el cuerpo invisible.
martes, 3 de agosto de 2010
REQUIEM POR LOS PECES EN EL RODEO
El mundo es una gran laguna,
un gran ojo acuoso por donde pasan todas las cosas
que pueden verse, incluido el futuro.
En la laguna hay millones de seres
gestándose, como pensamientos,
como líneas de una gran novela
a punto de escribirse, vidas que empiezan
a mover el fondo del agua,
a formar círculos concéntricos en la superficie,
luchando por su espacio,
abriéndose camino entre otros miles para desplazarse.
Un día, este ojo acuoso se llena de lágrimas.
Algo que muchos saben y pocos hablan
ha acontecido:
Innumerables vidas flotan sin vida,
se pudren en la orilla, no alcanzan
su ración de oxigeno.
Afuera, arriba, seres alados preparan el descenso
tendrán banquete, algunos se sienten invitados,
otros… más vale llegar a tiempo….
Abajo, adentro, hay un sonido
como estertores submarinos, la laguna huele
a pútrido, a aguas negras, a peces descompuestos,
los vecinos del lugar callados miran
que no llegan los turistas y quizá no lleguen pronto,
tal vez cuando se enteren se resistan,
no podrán venderles mojarritas
intoxicadas.
Desde la carretera se ve hermosa la laguna, desbordada,
el agua toca las orillas, queda poco espacio
para caminar en torno a ella.
Todos esperaban la lluvia
para que la laguna floreciera,
pero en El Rodeo floreció la muerte.
Ahora, es una inmensa fosa
séptica, algunos sufren, otros mueren,
otros festejan.
En la laguna El Rodeo, la muerte no anda con rodeos,
llegó directamente a ella.
Afuera, abajo, con las luchas intestinas
entre capos, nadie piensa en la laguna,
menos en los que viven de y alrededor de ella,
mucho menos aún, en los peces que han muerto
sin saber por qué ni en qué momento
subieron a vivir a las orillas,
en qué momento se volvieron cadáveres
exquisitos.
domingo, 25 de julio de 2010
D3SD3 3STACIóN FINICZ... PLANETA COLIBRI
DEJEMOS SU TRANSPARENCIA
Estos poemas son para ti,
para que sepas
que un muro de cristal nos robó
la cercanía,
yo desde aquí te miro
con más claridad y compasión
que con la que tú me miras.
Desde aquí te envío mi voz
y mis palabras
con la esperanza de que abras la puerta,
no estrellemos el cristal
pues pudieran lastimarnos sus astillas,
no dejemos el muro
pues simula una cercanía que no hemos
tenido en años, aunque nos vemos,
nuestra voz rebota, aunque nos amemos
el amor rebota,
aunque todo parezca próximo
hoy la distancia gira
180 grados.
Un cristal no se estrella
para eliminarlo
un cristal se rodea.
Quitemos el cristal del corazón.
Dejemos sólo su transparencia.
miércoles, 7 de julio de 2010
ALGUNOS LIBROS QUE HICIERON ACTO DE PRESENCIA EN EL V ENCUENTRO DE MUJERES POETAS EN HUEJUQUILLA Y I ENCUENTRO DE MUJERES POETAS DEL NORESTE
Por Carmen Amato
Estuve en la ciudad de Jiménez del 10 al 12 de Junio de 2010, en el V Encuentro de Mujeres Poetas en Huejuquilla, y el Primer Encuentro de Mujeres poetas del Noroeste, evento este último que logró conjuntar la participación de poetas de Tamaulipas, Durango, Nuevo León, Coahuila y por supuesto de Chihuahua, estado anfitrión, además de poetas de otros estados de la república, como San Luis Potosí y el Distrito Federal.
Fue muy interesante y un lujo contar con la presencia de talentosas mujeres que compartieron su quehacer poético con las participantes y los concurrentes a este encuentro. Un intercambio de excelente poesía inédita y poesía publicada fluyó a lo largo de estos tres días. Los poemas llegaron a la comunidad y a un público atento por varios frentes: lectura directa en espacios oficiales: escuelas, asilos, reclusorios, centros de maestros. A través de los medios masivos de comunicación como fue el radio, la televisión, el cable. Por medio de Talleres para estudiantes de secundaria que se llevaron a cabo en la Asociación Ganadera, sede oficial del encuentro. Contacto directo con el público en las calles y la plaza principal a través de los Tendederos poéticos, el micrófono abierto y la Lluvia de poemas impresos dejados caer desde una avioneta que sobrevoló la ciudad varias ocasiones con este fin, llenando la ciudad de Jiménez de poesía. La palabra tomó la palabra en esta Antigua Hacienda de Huejuquilla y la magia cumplió su cometido, llenar el corazón del público y poetas de un gozo renovador y lúdico, y mostrar que hay otra manera de enfocar la realidad a través de la poesía.
Una gran variedad de libros de las poetas participantes fueron puestos en exhibición y venta en este Encuentro, deseo referirme de una manera breve a aquéllos que llegaron a mis manos y tuve el privilegio de revisar, libros que me impactaron gratamente por el placer estético que lograron despertar en mí.
Por supuesto el primer libro que logró hacerme abrir la boca por su hermosa edición, luego el corazón y la mente fue el de la maestra Dolores Castro, Río memorioso. Obra reunida, editado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (2009). Este libro reúne la obra de esta importante poeta mexicana perteneciente a la generación de los poetas que están escribiendo desde la década de los cincuenta, un libro completo que reúne poesía, novela y ensayo. Libro lleno de luz y de sonidos que recrean el murmullo de un río caudaloso en el que la memoria no calla nada, sino al contrario todo lo canta y lo ilumina en la fluidez del instante que el lector hace vigente.
Los poemas inéditos de Yamile Paz Paredes: Como negras erratas del deseo, son poemas sumamente cuidados y con una calidad extraordinaria, cuyos temas algunos literarios, otros psicológicos, llevan al lector a una experiencia contundente, la palabra dice exactamente lo que quiere expresar, y el lector se queda de tajo iluminado. La ironía como recurso recurrente y la manera tan llena de energía e intención por parte de la poeta hace una experiencia mágica y compartida su lectura.
Dos libros de Estela Guerra Garnica me han causado una grata impresión y un placer su lectura. Uno de poesía, Líneas en el Viento (Arteria, 2010), otro de narrativa, Niebla en el Camino (UNAM, 2008). Los poemas me parecen fluidos e hilvanados como corrientes de aire, temas comunes de la vida cotidiana dichos de una manera sumamente personalizada, asimilada, reflexionada, acompañados de las viñetas hechas a la medida de Jesús Brillanti. Niebla en el viento, cuentos y relatos urbanos, también se leen con una sabrosa fluidez, incluso podría leerse todo el libro de una sola sentada, a esto contribuye el saber contar de la autora, como quien conversa, como quien dice cosas cotidianas, como quien se da cuenta que en la charla ya se le fue la tarde.
Lo mismo ocurre con los Delincuentos. Historias del Narcotráfico (Solar Colección, 2009), de Arminé Arjona. Poeta y narradora que siempre tiene la palabra a flor de labios y de dedos, como un arma, como una herramienta. Arminé no dispara en vano, cada palabra que acierta a decir o escribir es una bala expansiva, ya no hay marcha atrás, ya lo dijo y por lo tanto tendrá su consecuencia en el lector o en el oyente. Delincuentos es la denuncia de una voz femenina que nunca se ha cansado de decir lo que pasa en su ciudad, nunca ha dejado de poner el dedo en la llaga, nunca ha dejado de gritar que en Ciudad Juárez suceden cosas inadmisibles que el mundo no puede ignorar ni sus habitantes seguir tolerando. Con una palabra ágil e inteligente, entrama historias, aforismos, versos, que iluminan situaciones con poquísimas palabras, y después de leerla, la consciencia es irreversible.
Si algo es cierto en este Encuentro de Poetas llevado a cabo en Ciudad Jiménez, es que las voces que resonaron de una manera alta y luminosa fue precisamente la de las poetas tamaulipecas. Marisol Vera con su libro Tiempo sin orillas (Voces de Barlovento, 2009), lleva al lector por una experiencia poética a través del camino del cuerpo. El cuerpo como el espacio de la revelación, rito de pasaje entre la inocencia y el conocimiento, reconocimiento de la infancia como pasadizo para ascender a la madurez de la voz poética.
El libro de Cinthia Rodríguez Leija, no se queda atrás en este acorde de voces poéticas tamaulipecas, ganadora de varios premios en los estados Campeche, San Luis y Tamaulipas. Su libro Reinos de Ciudad (Instituto Tamaulipeco para la Cultura, 2003), presenta una voz madura enfocada en el nosotros. Voz que se desplaza desde el ser íntegro y se hace una con la ciudad, a la cual explora, conoce y reconoce, calle por calle, como si leyera un poema verso por verso en cada uno de estos espacios citadinos. Su voz fresca, fluida, parece provenir de una minuciosa observación y una búsqueda de esos reinos urbanos.
Lorena Girón Orozco, nos ofrece dos libros de formato pequeño, tipo plaquete. Lo que llamó mi atención primeramente fueron los títulos utilizados: Cuando el divorcio se volvió poesía (Grupo Editorial Jano, 2007) y Pensé que eran solamente palabras (Grupo Editorial Jano 2007). De entrada no parecen libros de poesía tradicionales, ya que poetizan un proceso psicológico y lo presentan con juegos tipográficos resaltando ciertos conceptos o palabras. Agradezco a Lorena que me haya obsequiado sus dos libros, pues creo que más allá del acierto poético que pudieran tener o no, proponen ser compartidos con un grupo más amplio de lectores que el restringido solo a poetas. Es una lúcida búsqueda del yo y en ese yo, la búsqueda de la palabra misma, esa que se esconde, se confunde, se revierte, esa que cuando aparece nos ilumina y justifica al mismo tiempo el dolor de la búsqueda.
Por primera vez me he aproximado al misterio y a la benigna protección de los gatos, por eso agradezco muchísimo el poemario Raíz de gata negra ( Editorial HomoScriptum, 2008), de Lucía Yépez, poeta neoleonense, porque a través de él me he adentrado a lo que esa voz poética nos transmite con tanta sensualidad y conocimiento. A través de estos poemas trato de entender a la gata que llevamos dentro, incluso ver si con los poemas de Yépez, se desinhibe.
Dentro de esta gama de interesantes temas y tonos de los libros recibidos de las compañeras durante este V Encuentro de Mujeres Poetas en Huejuquilla, y el Primer Encuentro de Mujeres Poetas de Noreste, el libro de Leticia Salazar Castañeda, poeta duranguense: Pájaro sin parvada ni horizonte (Instituto Cultural del Estado de Durango 2005), es un libro que particularmente me ha conmovido. Leticia me regaló amablemente su libro, cuyo formato más grande que el tamaño normal, en tonos gris y azul llamó mi atención, es un libro de colores casi neutros, quizá para no robarle la luz a las palabras del interior. Esta mañana me he puesto a leerlo y me ha sacudido desde el inicio esa manera de escribir tan profusa. Es como un río que mana y mana y no tiene fin, y que va arrastrando al lector por diferentes y múltiples vertientes. Leticia Salazar es la palabra hecha mujer que se sabe pájaro y no hay cielo capaz de contenerla. Me he sentido arrastrada por sus corrientes de palabras, por su manera de decir, por la contundencia para hablarse con Dios y con la muerte y con la gente común de su infancia y con los conocidos y los no conocidos. Gracias Leticia por entregarme este poemario que me abre grietas y cavernas profundas como las que has encontrado, no sé si logre seguirte todo el viaje, pero de que este libro me ha atrapado, me ha atrapado.
No podría concluir esta breve reseña sin comentar el audiolibro de Lilly Blake, Caracola solar ( Instituto Chihuahuense de la Cultura, 2009), una selección digital de su libro impreso Espejo de Fuego. Escuchar este disco compacto es asistir a una experiencia, ahora si como dice Enrique Iglesias, casi religiosa: la voz pausada llena de pequeñas revelaciones de la propia autora, acompañada por una acústica bien seleccionada dejan en el oyente una resonancia mística-filosófica, de intuición interior. Cada poema dicho en voz de la poeta es una perla para ser acariciada por la mente y el oído. No pretendo extenderme en este comentario, pero si deseo decir, que Lilly Blake, con su poemínimo llamado “Intuición” da un giro de tuerca a la máxima que ha sido pilar de la filosofía clásica occidental, aquélla en la que Sócrates afirma contundente: “Yo sólo sé que no sé nada”. Han tenido que transcurrir miles de años en la historia de la humanidad para que una mujer mexicana, poeta, específicamente chihuahuense, venga a contraponer su lucidez a este pensamiento milenario y afirmar con sencillez: “Yo sólo sé, qué sé más de lo que sé”.
Tampoco puedo dejar de mencionar el extraordinario libro de Lety Luna, conocida y excelente poeta de la ciudad de México, Los días heridos, aunque no lo tengo en mis manos, lo tengo en mi mente y en la experiencia impresa en mis sentidos al ser leídos por su autora. Un libro de poemas dolorosos y de denuncia de un país que se deshace entre las manos. Poemas basados en hechos reales y sangrientos, poemas dichos con voz fuerte y enérgica, con palabras crudas y expansivas, poemas que no poetizan la realidad sino que la nombran y la exhiben. Los días heridos, son poemas para mantener abierta la herida y no dejar que sane nunca la memoria de lo que agrede y ofende en un país sin ley.
Estuve en la ciudad de Jiménez del 10 al 12 de Junio de 2010, en el V Encuentro de Mujeres Poetas en Huejuquilla, y el Primer Encuentro de Mujeres poetas del Noroeste, evento este último que logró conjuntar la participación de poetas de Tamaulipas, Durango, Nuevo León, Coahuila y por supuesto de Chihuahua, estado anfitrión, además de poetas de otros estados de la república, como San Luis Potosí y el Distrito Federal.
Fue muy interesante y un lujo contar con la presencia de talentosas mujeres que compartieron su quehacer poético con las participantes y los concurrentes a este encuentro. Un intercambio de excelente poesía inédita y poesía publicada fluyó a lo largo de estos tres días. Los poemas llegaron a la comunidad y a un público atento por varios frentes: lectura directa en espacios oficiales: escuelas, asilos, reclusorios, centros de maestros. A través de los medios masivos de comunicación como fue el radio, la televisión, el cable. Por medio de Talleres para estudiantes de secundaria que se llevaron a cabo en la Asociación Ganadera, sede oficial del encuentro. Contacto directo con el público en las calles y la plaza principal a través de los Tendederos poéticos, el micrófono abierto y la Lluvia de poemas impresos dejados caer desde una avioneta que sobrevoló la ciudad varias ocasiones con este fin, llenando la ciudad de Jiménez de poesía. La palabra tomó la palabra en esta Antigua Hacienda de Huejuquilla y la magia cumplió su cometido, llenar el corazón del público y poetas de un gozo renovador y lúdico, y mostrar que hay otra manera de enfocar la realidad a través de la poesía.
Una gran variedad de libros de las poetas participantes fueron puestos en exhibición y venta en este Encuentro, deseo referirme de una manera breve a aquéllos que llegaron a mis manos y tuve el privilegio de revisar, libros que me impactaron gratamente por el placer estético que lograron despertar en mí.
Por supuesto el primer libro que logró hacerme abrir la boca por su hermosa edición, luego el corazón y la mente fue el de la maestra Dolores Castro, Río memorioso. Obra reunida, editado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (2009). Este libro reúne la obra de esta importante poeta mexicana perteneciente a la generación de los poetas que están escribiendo desde la década de los cincuenta, un libro completo que reúne poesía, novela y ensayo. Libro lleno de luz y de sonidos que recrean el murmullo de un río caudaloso en el que la memoria no calla nada, sino al contrario todo lo canta y lo ilumina en la fluidez del instante que el lector hace vigente.
Los poemas inéditos de Yamile Paz Paredes: Como negras erratas del deseo, son poemas sumamente cuidados y con una calidad extraordinaria, cuyos temas algunos literarios, otros psicológicos, llevan al lector a una experiencia contundente, la palabra dice exactamente lo que quiere expresar, y el lector se queda de tajo iluminado. La ironía como recurso recurrente y la manera tan llena de energía e intención por parte de la poeta hace una experiencia mágica y compartida su lectura.
Dos libros de Estela Guerra Garnica me han causado una grata impresión y un placer su lectura. Uno de poesía, Líneas en el Viento (Arteria, 2010), otro de narrativa, Niebla en el Camino (UNAM, 2008). Los poemas me parecen fluidos e hilvanados como corrientes de aire, temas comunes de la vida cotidiana dichos de una manera sumamente personalizada, asimilada, reflexionada, acompañados de las viñetas hechas a la medida de Jesús Brillanti. Niebla en el viento, cuentos y relatos urbanos, también se leen con una sabrosa fluidez, incluso podría leerse todo el libro de una sola sentada, a esto contribuye el saber contar de la autora, como quien conversa, como quien dice cosas cotidianas, como quien se da cuenta que en la charla ya se le fue la tarde.
Lo mismo ocurre con los Delincuentos. Historias del Narcotráfico (Solar Colección, 2009), de Arminé Arjona. Poeta y narradora que siempre tiene la palabra a flor de labios y de dedos, como un arma, como una herramienta. Arminé no dispara en vano, cada palabra que acierta a decir o escribir es una bala expansiva, ya no hay marcha atrás, ya lo dijo y por lo tanto tendrá su consecuencia en el lector o en el oyente. Delincuentos es la denuncia de una voz femenina que nunca se ha cansado de decir lo que pasa en su ciudad, nunca ha dejado de poner el dedo en la llaga, nunca ha dejado de gritar que en Ciudad Juárez suceden cosas inadmisibles que el mundo no puede ignorar ni sus habitantes seguir tolerando. Con una palabra ágil e inteligente, entrama historias, aforismos, versos, que iluminan situaciones con poquísimas palabras, y después de leerla, la consciencia es irreversible.
Si algo es cierto en este Encuentro de Poetas llevado a cabo en Ciudad Jiménez, es que las voces que resonaron de una manera alta y luminosa fue precisamente la de las poetas tamaulipecas. Marisol Vera con su libro Tiempo sin orillas (Voces de Barlovento, 2009), lleva al lector por una experiencia poética a través del camino del cuerpo. El cuerpo como el espacio de la revelación, rito de pasaje entre la inocencia y el conocimiento, reconocimiento de la infancia como pasadizo para ascender a la madurez de la voz poética.
El libro de Cinthia Rodríguez Leija, no se queda atrás en este acorde de voces poéticas tamaulipecas, ganadora de varios premios en los estados Campeche, San Luis y Tamaulipas. Su libro Reinos de Ciudad (Instituto Tamaulipeco para la Cultura, 2003), presenta una voz madura enfocada en el nosotros. Voz que se desplaza desde el ser íntegro y se hace una con la ciudad, a la cual explora, conoce y reconoce, calle por calle, como si leyera un poema verso por verso en cada uno de estos espacios citadinos. Su voz fresca, fluida, parece provenir de una minuciosa observación y una búsqueda de esos reinos urbanos.
Lorena Girón Orozco, nos ofrece dos libros de formato pequeño, tipo plaquete. Lo que llamó mi atención primeramente fueron los títulos utilizados: Cuando el divorcio se volvió poesía (Grupo Editorial Jano, 2007) y Pensé que eran solamente palabras (Grupo Editorial Jano 2007). De entrada no parecen libros de poesía tradicionales, ya que poetizan un proceso psicológico y lo presentan con juegos tipográficos resaltando ciertos conceptos o palabras. Agradezco a Lorena que me haya obsequiado sus dos libros, pues creo que más allá del acierto poético que pudieran tener o no, proponen ser compartidos con un grupo más amplio de lectores que el restringido solo a poetas. Es una lúcida búsqueda del yo y en ese yo, la búsqueda de la palabra misma, esa que se esconde, se confunde, se revierte, esa que cuando aparece nos ilumina y justifica al mismo tiempo el dolor de la búsqueda.
Por primera vez me he aproximado al misterio y a la benigna protección de los gatos, por eso agradezco muchísimo el poemario Raíz de gata negra ( Editorial HomoScriptum, 2008), de Lucía Yépez, poeta neoleonense, porque a través de él me he adentrado a lo que esa voz poética nos transmite con tanta sensualidad y conocimiento. A través de estos poemas trato de entender a la gata que llevamos dentro, incluso ver si con los poemas de Yépez, se desinhibe.
Dentro de esta gama de interesantes temas y tonos de los libros recibidos de las compañeras durante este V Encuentro de Mujeres Poetas en Huejuquilla, y el Primer Encuentro de Mujeres Poetas de Noreste, el libro de Leticia Salazar Castañeda, poeta duranguense: Pájaro sin parvada ni horizonte (Instituto Cultural del Estado de Durango 2005), es un libro que particularmente me ha conmovido. Leticia me regaló amablemente su libro, cuyo formato más grande que el tamaño normal, en tonos gris y azul llamó mi atención, es un libro de colores casi neutros, quizá para no robarle la luz a las palabras del interior. Esta mañana me he puesto a leerlo y me ha sacudido desde el inicio esa manera de escribir tan profusa. Es como un río que mana y mana y no tiene fin, y que va arrastrando al lector por diferentes y múltiples vertientes. Leticia Salazar es la palabra hecha mujer que se sabe pájaro y no hay cielo capaz de contenerla. Me he sentido arrastrada por sus corrientes de palabras, por su manera de decir, por la contundencia para hablarse con Dios y con la muerte y con la gente común de su infancia y con los conocidos y los no conocidos. Gracias Leticia por entregarme este poemario que me abre grietas y cavernas profundas como las que has encontrado, no sé si logre seguirte todo el viaje, pero de que este libro me ha atrapado, me ha atrapado.
No podría concluir esta breve reseña sin comentar el audiolibro de Lilly Blake, Caracola solar ( Instituto Chihuahuense de la Cultura, 2009), una selección digital de su libro impreso Espejo de Fuego. Escuchar este disco compacto es asistir a una experiencia, ahora si como dice Enrique Iglesias, casi religiosa: la voz pausada llena de pequeñas revelaciones de la propia autora, acompañada por una acústica bien seleccionada dejan en el oyente una resonancia mística-filosófica, de intuición interior. Cada poema dicho en voz de la poeta es una perla para ser acariciada por la mente y el oído. No pretendo extenderme en este comentario, pero si deseo decir, que Lilly Blake, con su poemínimo llamado “Intuición” da un giro de tuerca a la máxima que ha sido pilar de la filosofía clásica occidental, aquélla en la que Sócrates afirma contundente: “Yo sólo sé que no sé nada”. Han tenido que transcurrir miles de años en la historia de la humanidad para que una mujer mexicana, poeta, específicamente chihuahuense, venga a contraponer su lucidez a este pensamiento milenario y afirmar con sencillez: “Yo sólo sé, qué sé más de lo que sé”.
Tampoco puedo dejar de mencionar el extraordinario libro de Lety Luna, conocida y excelente poeta de la ciudad de México, Los días heridos, aunque no lo tengo en mis manos, lo tengo en mi mente y en la experiencia impresa en mis sentidos al ser leídos por su autora. Un libro de poemas dolorosos y de denuncia de un país que se deshace entre las manos. Poemas basados en hechos reales y sangrientos, poemas dichos con voz fuerte y enérgica, con palabras crudas y expansivas, poemas que no poetizan la realidad sino que la nombran y la exhiben. Los días heridos, son poemas para mantener abierta la herida y no dejar que sane nunca la memoria de lo que agrede y ofende en un país sin ley.
viernes, 25 de junio de 2010
"Al Filo del Poema" 2010
Les comparto esta reseña del Encuentro de Mujeres Poetas en Cd. Jiménez, Chih., realizado del 10 al 12 de junio de 2010.
Encuentro de Mujeres Poetas
en Santa María de las Caldas del Valle de Huejuquilla.
Junio de 2010
Margarita Muñoz
Siempre he dicho que no hay nada más hermoso que una feria de las flores, luego he dicho que sí, que si puede haber algo más bello y es una feria de libros. Más sin duda puede haber algo aún más bello porque conjunta ambas cosas y es un encuentro de mujeres poetas.
Recién regresamos de Santa María de las Caldas del Valle de Huejuquilla o Guajoqilla (Cd. Jiménez, Chih.), en donde se celebró el Quinto Encuentro de Mujeres Poetas en Huejoquilla “Al Filo del Poema” y el Primer Encuentro Regional de Mujeres Poetas del Noreste. Hemos presenciado una reunión en la que participaron casi 40 mujeres de los estados de Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Durango, Estado de México y México, D. F. Voces diferentes, generaciones diferentes, pero todas con el mismo espíritu: la mujer del norte de México que alza la voz y dice lo que tiene que decir.
Mujeres Poetas en “El Paraíso”(Foto 1)
El Encuentro Internacional de Poetas, es el resultado del esfuerzo de dos mujeres extraordinarias a quien debo felicitar, por su espíritu invencible y su entereza indoblegable.: Edna Ojeda y Olga Varela. Felicitar al tenaz equipo de organizadores sin cuyo concurso este encuentro no sería posible; Ramón Quintana Presidente del Grupo Cultural La Casona que siempre ha convocado al encuentro, Ernesto Samaniego, presidente del Grupo Entre Amigos, Lety Perea, Esperanza Uribe, Oti González, Julia Rosa Meléndez, Norma Medina, María Elena Salgueiro, Leopoldina “Polita” Barrios de Ojeda (mamá de Edna y de todas nosotras por adopción), José Núñez, Javier Martínez, Elena Emma Fernández, Paty Villarreal, Tony Granados, Cathy Bujaidar, Verónica Medina, Cipriano Silva Muñoz. Maria de la Luz Terrazas, Alicia Orozco, Edith Villanueva, Eva Venzor, Lilia Núñez, Margarita Ortiz, Conchita Gascón, José Luis y Max Díaz, Silene y Guillermo Abes, Paty e Irene Quintana, Blanquita Martínez y Toño Granados. Los medios de Comunicación dieron ejemplo del compromiso social con la comunidad: la estación de radio “La Campera”, (siempre apoyando la cultura), Halcón Estereo, (solidario), y las puertas generosas de T.V. Cable hicieron posible difundir la palabra escrita.
Dolores Castro y Yamilé Paz Paredes(Foto 2)
En esta edición se contó con la participación del Instituto Chihuahuense de la Cultura, por medio del Lic. Luis Iván Carlos, Jefe del Área de Desarrollo Artístico y la escritora Renée Acosta, Coordinadora del Área de Literatura de la mencionada institución, del Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste, (FORCA) y de Tres Siglos Tres Fiestas por medio de su representante Lic. Santiago de las Casas. Intervención valiosa que permitió la asistencia de escritoras de los estados ya mencionados, además de la participación importantísima de Dolores Castro, Yamilé Paz Paredes, Leticia Luna, Minerva Salado, María Elena Solórzano, Carmen Amato, Estela Guerra, grupo de poetas, que dejaron por unos días sus quehaceres para debatir, compartir y participar en un ejercicio enriquecedor, sobre lo que es y no es la poesía contemporánea en el norte de nuestro país.
Los encuentros de poetas siempre tienen magia, y hubo un momento, --tal vez uno de los más emocionantes,-- que nos hizo vivir Yamilé Paz Paredes al encender fuego de la poesía y la presencia de la Mtra. Dolores Castro abriendo la agenda de trabajos en los que invariablemente se entra en una aventura vertiginosa llena de momentos inolvidables y felices: lecturas en las escuelas, en los parques, en el centro de rehabilitación, en salas y auditorios públicos. Momentos llenos de emoción con el tendedero poético y la lluvia de poesía, que este año nos sorprendió con un reguero de poemas que caían del cielo y que inundaron toda la ciudad, lanzados por un pequeño avión y con la solidaridad del Chato Abes, lo que nos llenó de asombro y de alegría.
Lluvia de Poesía (Foto 3)
Las lecturas de poesía de Dolores Castro, Yamilé Paz Paredes, Leticia Luna fueron como un chubasco de agua fresca. Escucharlas a ellas y a todas las demás en las distintas mesas de lectura, me hicieron reflexionar en un proceso intimista que se crea cuando escuchamos y leemos la poesía escrita por mujeres. Fuera de paradigmas, de esquemas y moldes rígidos, este proceso nos lleva a compartir con gozo el alma femenina. En este acto solidario, compartido que son los encuentros de mujeres poetas, no hay diferencias, se borran las fronteras, caen las barreras de las costumbres, de la religión, de la cultura; se funden para dar cabida a la aspiración de un mundo mejor, de un bien mayor.
Leti Luna (Foto 4)
La escritura es un oficio de paciencia, de introspección; un oficio silencioso y solitario. Es mantener nuestras raíces, nutrir los recuerdos, inventar la realidad y muchas veces dar voz a quienes no la tienen. Una razón para realizar este Encuentro de Mujeres poetas, es ese paso siguiente al ejercicio personal que es la escritura. Una vez que hemos experimentado el placer, la emoción de haber sido capaces de escribir un poema, nos aventuramos a tender un puente para llegar al corazón de los otros y deseamos que de alguna manera podamos cambiar por un instante el mundo para hacerlo más habitable a través de la palabra.
Lectura en el Centro de Maestros (Foto 5)
Voces tan disímiles, como pueden ser los lugares y las culturas de donde son originarias las poetas: Chihuahua, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México, México, D.F., Ciudad Juárez, H. del Parral, Delicias, Matamoros, ciudades y pueblos del Estado de Chihuahua, todas unidas por un denominador común, el deseo de conservar algo que compartimos y nos pertenece: nuestra lengua, nuestro oficio, nuestros afectos…y luego compartir la presencia solidaria de la comunidad, la gente que con su cálida respuesta retroalimenta este encuentro. La caja de resonancia para nuestro quehacer son los hombres, las mujeres, los jóvenes, los niños, que escuchan y nos brindan su sonrisa, su atención; que se llevan un poema del tendedero poético, nos piden una firma, hablan con nosotras y comparten el gozo de la poesía.
Espectadoras del Tendedero Poético(Foto 6)
Como dice el poeta argentino Juan L. Ortiz: “La poesía es la realización del estado de infancia que debe permanecer a través de todas las edades del hombre. Llamándose estado de infancia a esa frescura, sensibilidad, disponibilidad, a esa apertura hacia todo lo que aparece; hacia todo lo que parece viejo y es nuevo. Hasta la materia misma de la realidad interior de las cosas. La poesía es fundamentalmente descubrimiento”; esa es la sensación que nos trasmite y nos invita a mirar el mundo de otra manera. Vivimos este encuentro con estos ingredientes y nos hemos ido felices deseando que el reencuentro sea muy pronto y que podamos de nuevo compartir este ritual mágico que es la poesía y convertirla en la fuerza que regala vida a las poetas. Me gusta pensar que esa magia sirva como elemento refractario contra todos los males que nos acechan y que la palabra de estas mujeres, sirva para exorcizarlos con su poesía
Cd. Jiménez, Chih., Junio de 2010
Encuentro de Mujeres Poetas
en Santa María de las Caldas del Valle de Huejuquilla.
Junio de 2010
Margarita Muñoz
Siempre he dicho que no hay nada más hermoso que una feria de las flores, luego he dicho que sí, que si puede haber algo más bello y es una feria de libros. Más sin duda puede haber algo aún más bello porque conjunta ambas cosas y es un encuentro de mujeres poetas.
Recién regresamos de Santa María de las Caldas del Valle de Huejuquilla o Guajoqilla (Cd. Jiménez, Chih.), en donde se celebró el Quinto Encuentro de Mujeres Poetas en Huejoquilla “Al Filo del Poema” y el Primer Encuentro Regional de Mujeres Poetas del Noreste. Hemos presenciado una reunión en la que participaron casi 40 mujeres de los estados de Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Durango, Estado de México y México, D. F. Voces diferentes, generaciones diferentes, pero todas con el mismo espíritu: la mujer del norte de México que alza la voz y dice lo que tiene que decir.
Mujeres Poetas en “El Paraíso”(Foto 1)
El Encuentro Internacional de Poetas, es el resultado del esfuerzo de dos mujeres extraordinarias a quien debo felicitar, por su espíritu invencible y su entereza indoblegable.: Edna Ojeda y Olga Varela. Felicitar al tenaz equipo de organizadores sin cuyo concurso este encuentro no sería posible; Ramón Quintana Presidente del Grupo Cultural La Casona que siempre ha convocado al encuentro, Ernesto Samaniego, presidente del Grupo Entre Amigos, Lety Perea, Esperanza Uribe, Oti González, Julia Rosa Meléndez, Norma Medina, María Elena Salgueiro, Leopoldina “Polita” Barrios de Ojeda (mamá de Edna y de todas nosotras por adopción), José Núñez, Javier Martínez, Elena Emma Fernández, Paty Villarreal, Tony Granados, Cathy Bujaidar, Verónica Medina, Cipriano Silva Muñoz. Maria de la Luz Terrazas, Alicia Orozco, Edith Villanueva, Eva Venzor, Lilia Núñez, Margarita Ortiz, Conchita Gascón, José Luis y Max Díaz, Silene y Guillermo Abes, Paty e Irene Quintana, Blanquita Martínez y Toño Granados. Los medios de Comunicación dieron ejemplo del compromiso social con la comunidad: la estación de radio “La Campera”, (siempre apoyando la cultura), Halcón Estereo, (solidario), y las puertas generosas de T.V. Cable hicieron posible difundir la palabra escrita.
Dolores Castro y Yamilé Paz Paredes(Foto 2)
En esta edición se contó con la participación del Instituto Chihuahuense de la Cultura, por medio del Lic. Luis Iván Carlos, Jefe del Área de Desarrollo Artístico y la escritora Renée Acosta, Coordinadora del Área de Literatura de la mencionada institución, del Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste, (FORCA) y de Tres Siglos Tres Fiestas por medio de su representante Lic. Santiago de las Casas. Intervención valiosa que permitió la asistencia de escritoras de los estados ya mencionados, además de la participación importantísima de Dolores Castro, Yamilé Paz Paredes, Leticia Luna, Minerva Salado, María Elena Solórzano, Carmen Amato, Estela Guerra, grupo de poetas, que dejaron por unos días sus quehaceres para debatir, compartir y participar en un ejercicio enriquecedor, sobre lo que es y no es la poesía contemporánea en el norte de nuestro país.
Los encuentros de poetas siempre tienen magia, y hubo un momento, --tal vez uno de los más emocionantes,-- que nos hizo vivir Yamilé Paz Paredes al encender fuego de la poesía y la presencia de la Mtra. Dolores Castro abriendo la agenda de trabajos en los que invariablemente se entra en una aventura vertiginosa llena de momentos inolvidables y felices: lecturas en las escuelas, en los parques, en el centro de rehabilitación, en salas y auditorios públicos. Momentos llenos de emoción con el tendedero poético y la lluvia de poesía, que este año nos sorprendió con un reguero de poemas que caían del cielo y que inundaron toda la ciudad, lanzados por un pequeño avión y con la solidaridad del Chato Abes, lo que nos llenó de asombro y de alegría.
Lluvia de Poesía (Foto 3)
Las lecturas de poesía de Dolores Castro, Yamilé Paz Paredes, Leticia Luna fueron como un chubasco de agua fresca. Escucharlas a ellas y a todas las demás en las distintas mesas de lectura, me hicieron reflexionar en un proceso intimista que se crea cuando escuchamos y leemos la poesía escrita por mujeres. Fuera de paradigmas, de esquemas y moldes rígidos, este proceso nos lleva a compartir con gozo el alma femenina. En este acto solidario, compartido que son los encuentros de mujeres poetas, no hay diferencias, se borran las fronteras, caen las barreras de las costumbres, de la religión, de la cultura; se funden para dar cabida a la aspiración de un mundo mejor, de un bien mayor.
Leti Luna (Foto 4)
La escritura es un oficio de paciencia, de introspección; un oficio silencioso y solitario. Es mantener nuestras raíces, nutrir los recuerdos, inventar la realidad y muchas veces dar voz a quienes no la tienen. Una razón para realizar este Encuentro de Mujeres poetas, es ese paso siguiente al ejercicio personal que es la escritura. Una vez que hemos experimentado el placer, la emoción de haber sido capaces de escribir un poema, nos aventuramos a tender un puente para llegar al corazón de los otros y deseamos que de alguna manera podamos cambiar por un instante el mundo para hacerlo más habitable a través de la palabra.
Lectura en el Centro de Maestros (Foto 5)
Voces tan disímiles, como pueden ser los lugares y las culturas de donde son originarias las poetas: Chihuahua, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México, México, D.F., Ciudad Juárez, H. del Parral, Delicias, Matamoros, ciudades y pueblos del Estado de Chihuahua, todas unidas por un denominador común, el deseo de conservar algo que compartimos y nos pertenece: nuestra lengua, nuestro oficio, nuestros afectos…y luego compartir la presencia solidaria de la comunidad, la gente que con su cálida respuesta retroalimenta este encuentro. La caja de resonancia para nuestro quehacer son los hombres, las mujeres, los jóvenes, los niños, que escuchan y nos brindan su sonrisa, su atención; que se llevan un poema del tendedero poético, nos piden una firma, hablan con nosotras y comparten el gozo de la poesía.
Espectadoras del Tendedero Poético(Foto 6)
Como dice el poeta argentino Juan L. Ortiz: “La poesía es la realización del estado de infancia que debe permanecer a través de todas las edades del hombre. Llamándose estado de infancia a esa frescura, sensibilidad, disponibilidad, a esa apertura hacia todo lo que aparece; hacia todo lo que parece viejo y es nuevo. Hasta la materia misma de la realidad interior de las cosas. La poesía es fundamentalmente descubrimiento”; esa es la sensación que nos trasmite y nos invita a mirar el mundo de otra manera. Vivimos este encuentro con estos ingredientes y nos hemos ido felices deseando que el reencuentro sea muy pronto y que podamos de nuevo compartir este ritual mágico que es la poesía y convertirla en la fuerza que regala vida a las poetas. Me gusta pensar que esa magia sirva como elemento refractario contra todos los males que nos acechan y que la palabra de estas mujeres, sirva para exorcizarlos con su poesía
Cd. Jiménez, Chih., Junio de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Entrega de reconocimientos
Tengo el honor de contar con la amistad de una mujer que ha sido reconocida por su trabajo en su propia tierra, y además, de contar con su amistad. Un abrazo y felicitación cariñosa para mi querida Carmen Amato, ángel y poeta. En la foto, tiene la blusa azul.
El pleno del Congreso del Estado aprobó otorgar el Reconocimiento “Chihuahuense Destacada 2010”, en sus distintas áreas, a las siguientes ciudadanas: • El reconocimiento “Aurora Reyes“, otorgado a la C. Marina Salazar Amaro, por haberse distinguido en las disciplinas artísticas, especialmente como cantante soprano y saxofonista. (residencia Chihuahua, Chih.) • El reconocimiento “Guadalupe Sánchez de Araiza”, otorgado a la mujer chihuahuense María del Socorro Chacón Chávez, ya que se ha distinguido en el campo de trabajo social y de obras asistenciales. (con residencia Cuauhtémoc, Chih.) • El reconocimiento “María Esther Orozco Orozco”, será para la C. María Teresa Alarcón Herrera, chihuahuense que se ha destacado en el campo científico. (residencia Chihuahua, Chih.) • El reconocimiento “María Edmeé Álvarez”, se otorgará a la C. Carmen Amato Tejeda,mujer chihuahuense que ha sobresalido en la literatura. (con residencia Cd. Juárez, Chih.) • El reconocimiento “Bertha Chiu Núñez”, se entregará a la C. Ruth del Carmen Grajeda González, mujer chihuahuense que cuenta con una trayectoria destacada en la disciplina deportiva. (residencia Chihuahua, Chih.) Los reconocimientos se entregarán este lunes 08 de marzo en el Recinto Oficial del Poder Legislativo Estatal en punto de las 10:00 horas. |
Fecha:2010-03-02 |
viernes, 26 de febrero de 2010
Monólogo de una mujer madura
por Liz Durand Goytia
I
Será el sereno, pero para mí que sigo teniendo treinta años. Si no me fijo mucho en el espejo -y no me pongo los anteojos- puedo verme de treinta. La vestimenta ayuda pero lo más importante es no dejar que me avasalle la impertinencia de las canas. Caminar ágilmente y seguir usando tacones aunque me estén matando los juanetes. Recordar que se debe sonreir con amplitud para disimular la arruga y causar impresión de dinamismo. Ese es mi reglamento para comenzar el día.
Y en el desayuno no olvidar la avena para bajar el colesterol ni la cucharada de miel “para la lozanía de la piel”.
Muchos de mis días los puedo transitar así, como si no fuera yo cincuentona. Y no es que me pese ni mucho menos me avergüence la edad. Es que para el resto de la humanidad resulté ser un vejestorio desde los treinta y ocho, que fue cuando me quedé sin trabajo. Simplemente, por más experiencia y buena presentación, al llegar a los datos personales y ver mi edad, me salían con que “nosotros la llamamos” y nada. Por eso me dijo Estela que pusiera una edad falsa. “Al cabo te ves más joven”, me dijo. Pero no quise hacer trampa y claro, desde entonces no tengo trabajo fijo.
Pero como quiera tuve que entrar en el juego de las simulaciones para que la gente no sepa mi edad y deje yo de andarme arriesgando a pasar por invisible debido a mis años. Tengo que seguir sintiéndome hermosa y sexy y ágil para seguir siendo yo, por fuera y por dentro. O al menos para recordar cómo era cuando todavía no era una mujer, digamos, “madura”.
Que por cierto no es que pesen, los años, pero qué feo se siente tener la clásica irritación a medio día por la resequedad en los ojos. Y para qué hablar de resequedades más dolorosas... Carmen dice que lo más patético que le ha pasado fue encontrar canas en donde te platiqué. Yo digo que en estos tiempos si quieres te rapas y ni quién sepa, así que para mí no sería “la decadencia” como dice ella en tono tan fatal. Para mí es más incómodo no distinguir los precios de las cosas en el súper cuando no llevo los bifocales que no me acostumbro a usar.
Pero tampoco me doy atole con el dedo y claramente veo que cuando tengo ganas de llorar porque veo en la tele un perro con orejas largas y ojos tristes, es la jugarreta de las hormonas lo que lo provoca. O cuando voy a la compra y me desesespero hasta la rabia porque la cajera trabaja a treinta revoluciones por minuto según yo.
Y si al arreglarme las uñas las encuentro quebradizas y me veo la piel como de iguana, estoy a punto de colocarme con resignación el tan llevado y traído letrerito de menopáusica que me da tanta tirria desde la primera vez que oí la palabrota.
Es que además cómo fastidia que siempre nos anden colgando etiquetas “ama de casa” “madre abnegada” “sex simbol” “femme fatale” etcétera, cuando somos solamente mujeres. Y eso de “solamente” sobra, porque es bastante con ser mujeres. Porque a poco no, todo el mundo sabe que viejas viejas pero seguimos siendo m u l t i f u n c i o n a l e s. Sí, claro, también multiorgásmicas, nomás faltaba que también eso se atrofiara. Lo único malo es que si de por sí es una lenta para arrancar motores, con la menopausia es como si necesitáramos anticongelante.
Total, servimos para todo y para lo que se ofrezca. Hasta para consolarnos solas cuando de veras amanecemos adoloridas sintiendo que no es justo tener la sensación de que somos de treita años pero el cuerpo no se da por enterado y nos tiene tiradas con un cansancio olímpico que nos hace sentir que los hijos o el marido o el jefe o todos juntos son los peores esclavistas que ha conocido la tierra, rufianes egoístas que se sirven de nosotras para tener una vida mucho más plena y maravillosa que la nuestra, sin los escalofriantes cambios hormonales que nos hacen tan temibles.
II
Tengo difícil el día cuando amanezco con problemas para entender al mundo y a mis semejantes, aún los más próximos. Tengo dificultad para saber por qué me siento así, de malas, frustrada, deprimida, triste, con los ojos hechos agua y la garganta de nudo. Tengo dificultad para lavarme el coco diciéndome que son hormonas, que es el cambio, que llegó la feliz etapa de la menopausia, que son normales mis dolores de huesos, que así les punzan las articulaciones a todas las mujeres aunque las veamos sonrientes y luciendo espléndidos maquillajes y sonrisas...
Me cuesta trabajo tener calma cuando las cosas son distintas de como las pienso o simplemente son, aunque no sean diferentes; es arduo y trabajoso encontrar un sitio en el mundo cuando está una cargando un saco de huesos un tanto roídos, un equipaje de dolores y penurias y por más que rasca una el monedero no encuentra esas monedas en las que se grabaron la sonrisas, las frases ahora ausentes de "soy la más feliz", los momentos en que una se sintió tan adorada y a la vez enamorada...
Difícil ver o sentir que tu pareja está tan lejos, tan ajena a todo eso que te pasa, tranquilo mientras en tu cabeza se asientan telarañas o molesto cuando empiezas a tratar de removerlas porque lo involucras en una fantasía llena de recriminaciones y amarguras...
Difícil atinar a deshacer la bola dolorosa entre garganta y pecho, ese trago que se atora y lastima y nunca deja de crecer.
¿Una pastilla? Increíble pero maravilloso. Con eso veré claro, la angustia pasará a ser cosa de risa, mis problemas existenciales serán sólo fantasmas, el mundo volverá a ser colorido, mi marido casi un galán cinematográfico y mi vida color de rosa sin el fastidio del hígado atravesado por los malos humores ni esos aspavientos en el corazón que parecen presagiar el fin del mundo-de mi mundo-.
Voy por ella, por la pastilla que nos hace felices y adorables, que nos hace despertar con la sonrisa previamente marcada, durante el sueño igualmente feliz, sereno, y sobre todo nos hace recuperar la sensación de ser una persona amada con su respectivo y respetable lugar en el mundo, una persona asentada y madura que no causa problemas ni molestias, que vive conforme con su vida y sobre todo, que está convencida de ser feliz. La pareja ideal, sencillamente.
III
Edades
Mirando en el espejo mi reflejo más mudo
contemplo líneas en mi rostro:
tan discretas que yo las ignoraba;
tan marcadas que tú no las olvidas.
En el exilio que me impuso tu mirada
un aire nuevo me renace los ojos
y en otra brisa se mecen mis cabellos.
No son los años lo que cargo a cuestas:
porque los besos dejan rastro,
porque las alegrías marcan los párpados,
porque el amor surca los rostros,
tengo discretas líneas que ignoraba
y que luzco ahora como alhajas
para que nadie ignore que es la vida,
no son los años lo que cargo a cuestas.
I
Será el sereno, pero para mí que sigo teniendo treinta años. Si no me fijo mucho en el espejo -y no me pongo los anteojos- puedo verme de treinta. La vestimenta ayuda pero lo más importante es no dejar que me avasalle la impertinencia de las canas. Caminar ágilmente y seguir usando tacones aunque me estén matando los juanetes. Recordar que se debe sonreir con amplitud para disimular la arruga y causar impresión de dinamismo. Ese es mi reglamento para comenzar el día.
Y en el desayuno no olvidar la avena para bajar el colesterol ni la cucharada de miel “para la lozanía de la piel”.
Muchos de mis días los puedo transitar así, como si no fuera yo cincuentona. Y no es que me pese ni mucho menos me avergüence la edad. Es que para el resto de la humanidad resulté ser un vejestorio desde los treinta y ocho, que fue cuando me quedé sin trabajo. Simplemente, por más experiencia y buena presentación, al llegar a los datos personales y ver mi edad, me salían con que “nosotros la llamamos” y nada. Por eso me dijo Estela que pusiera una edad falsa. “Al cabo te ves más joven”, me dijo. Pero no quise hacer trampa y claro, desde entonces no tengo trabajo fijo.
Pero como quiera tuve que entrar en el juego de las simulaciones para que la gente no sepa mi edad y deje yo de andarme arriesgando a pasar por invisible debido a mis años. Tengo que seguir sintiéndome hermosa y sexy y ágil para seguir siendo yo, por fuera y por dentro. O al menos para recordar cómo era cuando todavía no era una mujer, digamos, “madura”.
Que por cierto no es que pesen, los años, pero qué feo se siente tener la clásica irritación a medio día por la resequedad en los ojos. Y para qué hablar de resequedades más dolorosas... Carmen dice que lo más patético que le ha pasado fue encontrar canas en donde te platiqué. Yo digo que en estos tiempos si quieres te rapas y ni quién sepa, así que para mí no sería “la decadencia” como dice ella en tono tan fatal. Para mí es más incómodo no distinguir los precios de las cosas en el súper cuando no llevo los bifocales que no me acostumbro a usar.
Pero tampoco me doy atole con el dedo y claramente veo que cuando tengo ganas de llorar porque veo en la tele un perro con orejas largas y ojos tristes, es la jugarreta de las hormonas lo que lo provoca. O cuando voy a la compra y me desesespero hasta la rabia porque la cajera trabaja a treinta revoluciones por minuto según yo.
Y si al arreglarme las uñas las encuentro quebradizas y me veo la piel como de iguana, estoy a punto de colocarme con resignación el tan llevado y traído letrerito de menopáusica que me da tanta tirria desde la primera vez que oí la palabrota.
Es que además cómo fastidia que siempre nos anden colgando etiquetas “ama de casa” “madre abnegada” “sex simbol” “femme fatale” etcétera, cuando somos solamente mujeres. Y eso de “solamente” sobra, porque es bastante con ser mujeres. Porque a poco no, todo el mundo sabe que viejas viejas pero seguimos siendo m u l t i f u n c i o n a l e s. Sí, claro, también multiorgásmicas, nomás faltaba que también eso se atrofiara. Lo único malo es que si de por sí es una lenta para arrancar motores, con la menopausia es como si necesitáramos anticongelante.
Total, servimos para todo y para lo que se ofrezca. Hasta para consolarnos solas cuando de veras amanecemos adoloridas sintiendo que no es justo tener la sensación de que somos de treita años pero el cuerpo no se da por enterado y nos tiene tiradas con un cansancio olímpico que nos hace sentir que los hijos o el marido o el jefe o todos juntos son los peores esclavistas que ha conocido la tierra, rufianes egoístas que se sirven de nosotras para tener una vida mucho más plena y maravillosa que la nuestra, sin los escalofriantes cambios hormonales que nos hacen tan temibles.
II
Tengo difícil el día cuando amanezco con problemas para entender al mundo y a mis semejantes, aún los más próximos. Tengo dificultad para saber por qué me siento así, de malas, frustrada, deprimida, triste, con los ojos hechos agua y la garganta de nudo. Tengo dificultad para lavarme el coco diciéndome que son hormonas, que es el cambio, que llegó la feliz etapa de la menopausia, que son normales mis dolores de huesos, que así les punzan las articulaciones a todas las mujeres aunque las veamos sonrientes y luciendo espléndidos maquillajes y sonrisas...
Me cuesta trabajo tener calma cuando las cosas son distintas de como las pienso o simplemente son, aunque no sean diferentes; es arduo y trabajoso encontrar un sitio en el mundo cuando está una cargando un saco de huesos un tanto roídos, un equipaje de dolores y penurias y por más que rasca una el monedero no encuentra esas monedas en las que se grabaron la sonrisas, las frases ahora ausentes de "soy la más feliz", los momentos en que una se sintió tan adorada y a la vez enamorada...
Difícil ver o sentir que tu pareja está tan lejos, tan ajena a todo eso que te pasa, tranquilo mientras en tu cabeza se asientan telarañas o molesto cuando empiezas a tratar de removerlas porque lo involucras en una fantasía llena de recriminaciones y amarguras...
Difícil atinar a deshacer la bola dolorosa entre garganta y pecho, ese trago que se atora y lastima y nunca deja de crecer.
¿Una pastilla? Increíble pero maravilloso. Con eso veré claro, la angustia pasará a ser cosa de risa, mis problemas existenciales serán sólo fantasmas, el mundo volverá a ser colorido, mi marido casi un galán cinematográfico y mi vida color de rosa sin el fastidio del hígado atravesado por los malos humores ni esos aspavientos en el corazón que parecen presagiar el fin del mundo-de mi mundo-.
Voy por ella, por la pastilla que nos hace felices y adorables, que nos hace despertar con la sonrisa previamente marcada, durante el sueño igualmente feliz, sereno, y sobre todo nos hace recuperar la sensación de ser una persona amada con su respectivo y respetable lugar en el mundo, una persona asentada y madura que no causa problemas ni molestias, que vive conforme con su vida y sobre todo, que está convencida de ser feliz. La pareja ideal, sencillamente.
III
Edades
Mirando en el espejo mi reflejo más mudo
contemplo líneas en mi rostro:
tan discretas que yo las ignoraba;
tan marcadas que tú no las olvidas.
En el exilio que me impuso tu mirada
un aire nuevo me renace los ojos
y en otra brisa se mecen mis cabellos.
No son los años lo que cargo a cuestas:
porque los besos dejan rastro,
porque las alegrías marcan los párpados,
porque el amor surca los rostros,
tengo discretas líneas que ignoraba
y que luzco ahora como alhajas
para que nadie ignore que es la vida,
no son los años lo que cargo a cuestas.
viernes, 22 de enero de 2010
Gallinas ciegas
Liz Durand
I
En dónde la canción que nos meciera, madre,
dónde tu pecho hinchado de calostro,
tu amor, tu abrazo ¿dónde?
En la orfandad brilló con trueno
la voz del que despoja.
No pudimos tocarte,
fuiste una estrella al sur siempre perdido
ni pudimos marchar bajo tu sombra
a enfrentar la vida que nos diste.
De la mano de Dios anduvimos el mundo,
y los caminos fueron muros o cadalsos.
Aquella luz al final de los túneles
era tu nombre cruzado de ironía
siempre cubierto con tu desAmparo.
Tú no tuviste la culpa por el fuego
que fatuo sólo nos dejó tinieblas.
Nunca devota, madre, fue tu tierra
que esparció sus semillas en el aire.
¿Por qué la angustia inútil en el sueño
si jamás me pronuncias ni me buscas,
ni revistes mis llagas con tu aliento
ni me guardas altares en tu seno?
Cada paso que dimos era búsqueda,
cada puerta cerrada tu palabra.
¡En dónde, madre los corazones abnegados,
el horno tibio de la casa,
la mano que descose pesadillas?
¿Dónde la voz que nunca está cansada,
en dónde el húmedo pañuelo de tu llanto?
II
Gallinas ciegas en busca de tus alas
convocadas a la luz de la esperanza
vamos dando de tumbos calle abajo.
Nos revuelcan afuera remolinos,
nos dehollan la piel para sangrarnos.
Cada gota que damos y te busca
es esa voz que desde niños pía
con la amargosa certeza de no hallarte.
¿Eres feliz, callada y siempre ausente?
¿Pasan tus días suaves como rezos?
¿Tienes memoria, madre?
¿Cuándo abandonarás tu devoción por el olvido
y debajo de todas estas ramas
asumirás la tierra y las raíces?
¿Cuándo vendrá la flor que cicatrice.
cuándo abrirás las alas que nos guarden,
gallinas ciegas en busca de su grano?
Cuándo tendrás valor para aceptarnos,
despojos grises en busca de ser hijos
para tener abrigo entre tus plumas.
surcido el corazón y piando la alegría.
III
Tengo ya media vida consumida:
estos huesos sin calcio,
muchas lunas sin verte,
pero quiero acabar con la tortura
y te perdono madre,
por no querer saber sobre tus hijos.
Sé que no decidiste tu destino,
que tú no eres la culpa,
que un mal augurio nos partió la vida
en todos estos pedazos que no ves.
Sigue tu andanza, madre,
enhebra hilo tras hilo
en estas horas en que no respondes.
Teje los imposibles nidos en manteles
que nunca vestirán a nuestra mesa.
Sigue pensando en los ingratos hijos
que no te acercan flores.
Sigue tejiendo sueños, madre:
deja que escurra lenta la amargura
que hace veneno en todos nuestros días.
I
En dónde la canción que nos meciera, madre,
dónde tu pecho hinchado de calostro,
tu amor, tu abrazo ¿dónde?
En la orfandad brilló con trueno
la voz del que despoja.
No pudimos tocarte,
fuiste una estrella al sur siempre perdido
ni pudimos marchar bajo tu sombra
a enfrentar la vida que nos diste.
De la mano de Dios anduvimos el mundo,
y los caminos fueron muros o cadalsos.
Aquella luz al final de los túneles
era tu nombre cruzado de ironía
siempre cubierto con tu desAmparo.
Tú no tuviste la culpa por el fuego
que fatuo sólo nos dejó tinieblas.
Nunca devota, madre, fue tu tierra
que esparció sus semillas en el aire.
¿Por qué la angustia inútil en el sueño
si jamás me pronuncias ni me buscas,
ni revistes mis llagas con tu aliento
ni me guardas altares en tu seno?
Cada paso que dimos era búsqueda,
cada puerta cerrada tu palabra.
¡En dónde, madre los corazones abnegados,
el horno tibio de la casa,
la mano que descose pesadillas?
¿Dónde la voz que nunca está cansada,
en dónde el húmedo pañuelo de tu llanto?
II
Gallinas ciegas en busca de tus alas
convocadas a la luz de la esperanza
vamos dando de tumbos calle abajo.
Nos revuelcan afuera remolinos,
nos dehollan la piel para sangrarnos.
Cada gota que damos y te busca
es esa voz que desde niños pía
con la amargosa certeza de no hallarte.
¿Eres feliz, callada y siempre ausente?
¿Pasan tus días suaves como rezos?
¿Tienes memoria, madre?
¿Cuándo abandonarás tu devoción por el olvido
y debajo de todas estas ramas
asumirás la tierra y las raíces?
¿Cuándo vendrá la flor que cicatrice.
cuándo abrirás las alas que nos guarden,
gallinas ciegas en busca de su grano?
Cuándo tendrás valor para aceptarnos,
despojos grises en busca de ser hijos
para tener abrigo entre tus plumas.
surcido el corazón y piando la alegría.
III
Tengo ya media vida consumida:
estos huesos sin calcio,
muchas lunas sin verte,
pero quiero acabar con la tortura
y te perdono madre,
por no querer saber sobre tus hijos.
Sé que no decidiste tu destino,
que tú no eres la culpa,
que un mal augurio nos partió la vida
en todos estos pedazos que no ves.
Sigue tu andanza, madre,
enhebra hilo tras hilo
en estas horas en que no respondes.
Teje los imposibles nidos en manteles
que nunca vestirán a nuestra mesa.
Sigue pensando en los ingratos hijos
que no te acercan flores.
Sigue tejiendo sueños, madre:
deja que escurra lenta la amargura
que hace veneno en todos nuestros días.
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