Sueños y proyectos de mujeres que piensan y escriben
Mi querida Carmen, siempre admirada maestra, qué lástima no poder acompañarte personalmente. Mi corazón, mi cariño y mi reconocimiento por tu trabajo y sobre todo por tu persona, siempre. Sé que tendrás el éxito que mereces. Un beso y hasta siempre.
Mi querida Carmen, siempre admirada maestra, qué lástima no poder acompañarte personalmente. Mi corazón, mi cariño y mi reconocimiento por tu trabajo y sobre todo por tu persona, siempre. Sé que tendrás el éxito que mereces. Un beso y hasta siempre.
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