Silencio
pero no,
hay un árbol respirando esta noche
las hojas dicen que
la serenata de los vientos
trae versos con alas
desde la montaña
alas hechas de
su respiración que se levanta y descansa
y otra vez se levanta y se eleva
hasta
que casi puedo oír
su voz
asentada
en un pequeño vello
en la nariz de
un caballo negro
que corre y corre
en un sueño
y entre sus patas
que
perturban mi conciencia
silenciosamente se suelta mi
llanto, mi pena, mi realidad
dejándome a un lado
tirada
deseando descansar en las nubes
que abrazan la luna llena
Sylvia Ernestina Vergara
sábado, 16 de octubre de 2010
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Muy lindo poema, totalmente onírico.
ResponderEliminarSylvia Bienvenida a tu pagina de la red Planetaria. Me gusta mucho tu poema.
ResponderEliminarCarmen Amato