sábado, 7 de agosto de 2010

Desde Estación Violeta Planeta Sirena del desierto

Este poema lo escribió Kathleen Doherty cuando en una clase de español tenía como tarea escoger alguna parte de su cuerpo y escribir algo sobre ella. Mientras pensaba en qué escribir se vio a sí misma caminando por su casa y salió este poema que comparto con ustedes:

El cuerpo invisible

I
Llevo el cuerpo invisible
sin preocupaciones de juventud,
de figura, de textura,
de postura y sensualidad.
Se me han olvidado las miradas de ojos claros
llenas de pasión e inocencia
y el sonido de dos respiaraciones escondidas
en el montón de pelo enredado
castaño, perfumado y brillante.
Prefiero ahora la firmeza de mis convicciones
a la de mis músculos.

II
El vehículo es el cuerpo invisible que me lleva
por las calles de nostalgia y esperanza.
Ya no me molestan más
inquietudes por las proporciones,
soy imaginaria.
El fuego de mis ojos existe todavía
y quema con una llama más fuerte, pero distante
sin respuestas, sin vínculos,
sin el deseo de ser adorada.

III
Viajo sin la cara inolvidable
y sin el estuche perfecto
guiada ahora por el mapa de arrugas
y venas azules y torturadas.
Donde tú ves manchas,
recuerdo yo las tardes plenas del verano;
y cuando me miras
y sientes miedo de la imperfección
yo celebro esta forma irónica de libertad...
el cuerpo invisible.

3 comentarios:

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  2. Buen poema de liberación del cuerpo. El cuerpo vivido para si sin demandas sociales. Felicidades.

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  3. Me gusta esa celebración íntima y sin pretensiones, esa conciencia del cuerpo y del no cuerpo. Felicidades!

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