Levanto mis ofrendas con un beso,
pongo inciensos y rosas en mis labios,
pongo un reloj de arena que elimina al tiempo
y en mis dedos
me hago sortijas con tu pelo.
Mientras tomo tus labios
me voy hacia otras vidas
buscando a todas las que he sido
y las convoco a tu beso.
Es mi entrega,
la ofrenda perfumada
que causa la locura que nos quema.
lunes, 3 de octubre de 2011
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